Mientras escucho música me dejo transportar a un lugar que me es muy familiar, donde me siento cómoda, donde me siento a salvo de todo lo malo que la vida nos aporta.
Siempre digo que de las adversidades siempre se aprende, que si producen dolor es el mejor maestro, ya que si uno sabe canalizar todo la emoción que está sintiendo y se impregna y la hace suya el aprendizaje es mayor. Hoy mi publicación no es para los que podemos avanzar en un crecimiento personal acorde a nuestra esencia sino a esos ángeles que la vida trae al mundo y que vinieron a recorrer un camino arduo y posiblemente corto, donde su aprendizaje en poco tiempo será el que nos llevará al resto de los mortales toda la vida....
Estos seres "almas blancas", "ángeles" son grandes maestros, "... solo debemos mirales a los ojos y veremos la gran sabiduría que hay en ellos...", yo lo viví, este ángel me enseño la sensibilidad que tienen, la grandeza de corazón aún sufriendo todo lo que la vida les proporciona, la tristeza de los que los vemos sufrir es el amor que nos entregan, es algo inolvidable, es algo grande, infinito, no se sabe donde empieza y donde acaba todo, para poder sentir la profundidad de la vida ... solo es cuestión de mirarles a los ojos.... yo lo hice muchos años y sin siquiera hablar me hablaba y me enseñaba... que aún estando en un cuerpo enfermo su grandeza era extrema, ... que de todo se sale, solo debemos aceptar que las cosas son así y que el día que llegue el cambio de estado nos liberaremos con una sabiduría que sin estas montañas tortuosas igual no hubiésemos aprendido.... conseguiremos recuperar nuestras alas... ya no seremos ángeles caídos, nos elevamos,...., en vida quedamos en el recuerdo o quizás no... aunque... eso es lo de menos.... solo de lo que nos debemos acordar... "es de que los miramos a los ojos y sin hablar nos decían..." acepta, aprende, asimila y sigue tu camino, disfruta de los momentos grandes o pequeños y solo quedate con una cosa "la sensación de haberlos vivido"...
Cuando se transforman, cuando cambian y pasan a otra dimensión, el recuerdo que tenemos es de "que cuando mueren algo murió en mi".... pero en sí...."cuando le miraba a los ojos.... de ella mucho aprendí, y de su retorno a su esencia yo algo perdí, pero me dejo como legado su grandeza y sabiduría y tan solo "con mirarle a los ojos".
Texto dedicado a un ser de luz, "mi ángel" mi hermana Eva Fortea Bellosta murió a la edad de 13 años habiendo sufrido desde muy pronta edad. En el día de hoy tendría 44 años. Fue mi primera maestra y a la que "todavía la miro a los ojos cuando preciso solucionar un dilema, ella me guía y siempre me ofrece una sonrisa"
Un abrazo
Africa
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