En ocasiones el camino en-lentece nuestro paso hacia donde creemos que vamos, en otras la respiración se acelera por las grandes montañas que se encuentran a nuestro paso, y en muchas otras el dolor del cuerpo es tan profundo que todo lo vivido nos impide pronunciarnos ante todo y ante nada de lo que sentimos en nuestra alma, y siempre pienso que el creer en el momento nos ayuda a levantarnos y movernos cuando toca, evitando desperdiciar energías innecesarias en ruidos que no nos pertoca escuchar y mucho menos reaccionar.
Si todos esperásemos nuestro momento y mientras tanto fuésemos caminando a aprendiendo, todos encontraríamos la paz en nuestro corazón y por tanto en el mundo.... seriamos equilibrio puro.
Un abrazo
Africa
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