Detrás de cada movimiento hay una motivo que en ocasiones queda oculta por un sinfín de palabras y de emociones que no dan claridad al asunto por el que realizamos dicho movimiento.
Si observamos atentamente el mensaje que nuestro movimiento nos ha hecho movernos quizás podamos vivenciarlo de un modo sano, en cambio, si creamos un movimiento sin tener claro cual es el motivo de su realización, lamentablemente podemos llegar a caer en un abismo de confusión difícil de salir tanto para quien lo produce como para el entorno en sí, es por ello, de mi publicación, para que reflexionemos en nuestros movimientos, para que puedan llegar a ser precisos y que aún llevándonos a errores no dejen de perder la esencia por lo que se realizaron.
Todo tiene un motivo de ser y en muchas ocasiones ese motivo es ajeno a nuestro sentir.
Seamos maestros y alumnos de nosotros mismos, el observar tras todo lo que hagamos intentando saber que es lo que nos llevo a ello nos ayudará a conocernos cada día un poquito más y al mismo tiempo aprender a movernos en nuestras emociones de forma sana y acorde a los tiempos de los ciclos.
Un abrazo
Africa
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