domingo, 17 de febrero de 2013

UN DÍA DESPIERTAS Y ....

Un día despiertas y ves que todo es diferente a como uno lo veía al acostarse, ¿qué sucedió? A saber, eso piensas en ese momento, y esperas volver a verlo todo del mismo modo que el día anterior, porque te sientes como en un puzzle gigante llamado "sociedad", en el que no encajas. Desistes, haces como que no va contigo, tropiezas, te caes, te vuelves a levantar, pero sigues viendo que el día anterior ya no forma parte de ti, y entonces mueres, de esas muertes dolorosas donde todo es oscuridad, la primera vez, es tremendo comprobar los grandes laberintos de la oscuridad, donde cada vez estás más perdido, y la luz no aparece, simplemente estás ahí, hasta que comprendes que no debes buscar sino estarte quieto..... muy quieto y es entonces cuando surge la magia....

Todo se calma, todo se vuelve menos oscuro, una voz te habla sin palabras y te relaja lo que expresa.... sshhh "paz, silencio, quietud, armonía, equilibrio...."

Aprendes a escuchar, aunque cuesta concentrarse, pero el hábito hace que cada vez estés más presente, a la voz que te acompaña, que siempre te acompaño y solo oías y no escuchabas...

Cuanto más presente estás, más ligero te sientes, más alegre te sientes, más .... es tan grande lo que sientes hasta que compruebas que algo es diferente, uno se ve más luminoso, más acorde con un algo que lo rodea y que no sabe darle nombre... 

Pero este estado te confunde, aunque te sientas bien, te confundes y no sabes porque dudas de todo, porque ya las invasiones ajenas no las aceptas, precisas silencio, ya no te sirve todo, ya no te sirve nada, es el sentirse así es volver a caer en un abismo donde no hay fondo, ...

La oscuridad volvió, pero, ya no le temes, aprendes a estarte quieto, observas lo que sucede y escuchas la voz que te habla sin palabras... "siente, llora, observa, acepta, se, ama..." y la oscuridad se desvanece. Volvió la luz...

Hasta que llega un día, en que cuando despiertas, compruebas que ningún amanecer es igual, siempre tiene algo escondido, en alguna palabra, en algún aroma, en algún encuentro, en algún gesto, de conocidos y desconocidos que lo hace mágico. Cuando esto lo percibes en la mayoría de amaneceres, compruebas que algo inevitable te llevo a un camino que no conocías y que después de haber transitado un pequeño trayecto, encuentras un horizonte al que precisas llegar para descubrir que hay tras él, pero eso nunca sucede, porque tras un horizonte viene otro, y ese es el camino "El mío, el tuyo y el de todos".

Es por ello, que es preciso que mientras tránsito, si me encuentro con alguien perdido le ofrezca mi mano, hasta que encuentre la luz de su camino, y si en alguna ocasión yo me cruzo en tu camino y ves que me he perdido, coge la mía y guíame un tramo, quizás solo precise el inicio para poder seguir caminando.

Un abrazo

Africa






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