Nuestra incapacidad de decisión, la mayoría de ocasiones viene motivada por "el que dirán los que están a nuestro alrededor", sin tener en cuenta que es lo peor que uno puede hacer, ya que con estos modos de actuar, vamos silenciando poco a poco nuestro niño interior, nuestra intuición, nuestro ser en sí, por no crear polémica con los demás, llevándonos a la insatisfacción personal de poder hacer realidad lo que "realmente uno quiere hacer de su vida", que no es lo mismo que "hacer lo correcto". Estos modos de hacer es uno de los grandes males del mundo y males del alma que hacen en su totalidad que la sociedad enferme por la gran cantidad de insatisfacciones que existen en ella.
Lo cierto que no tiene porque ser verdadero, porque de "CIERTO" a "VERDADERO" hay un abismo inmenso, es que cada vez, o al menos eso parece SER, las personas cada vez son más afines a tomar ciertas actitudes más acordes con sus propias esencias, aunque queda mucho camino todavía por recorrer tanto a nivel individual como global.
La vida cuando se ve desde un punto de vista bien distinto al de la mayoría de personas, crea ciertos desajustes en las comunicaciones existentes, pero es sano vividlas ya que ayudan a que la diversidad de opiniones perdure en las personas. ¿Os imagináis un mundo donde todos tuviesen un mismo criterio de las situaciones, cosas, etc? Sería terrible, la vida dejaría de tener sentido ya que no habría movimiento alguno respecto a la existencia humana.
Y llegado aquí, me planteo ¿qué puede suceder si uno se rebela ante algo que realmente debe ser transitado, vivido o experimentado? Hay varias opciones:
La primera, que se cree un rechazo atroz, donde uno queda juzgado por lo dicho, hecho, o intento.
La segunda, es que uno después de ver la primera reacción social, desista en realizarlo, ya que ello le llevará más "dolores de cabeza" que posible satisfacción en realizarlo.
La tercera, que uno viva la experiencia, y que aún siendo rechazado inicialmente, todo vuelva a su cauce normal sin mayor adversidad que la propia experiencia.
El miedo a perder, en ocasiones nos hacer perder parte de nuestro tesoro personal, como son los sueños que pueden hacerse realidad y que sin embargo, el temor los encarcelo para que no se pudiese cumplir.
La mente aniquila nuestros sueños, aniquila el movimiento, aniquila la energía que se precisa para poder experimentar la propia VIDA que tenemos y que precisa vibrar para poder darle un sentido a la eternidad concebida en cada movimiento que nuestra esencia nos dice hacer.
Debemos ser más valientes de atrevernos a fracasar, atrevernos a caernos y tener el poder de levantarnos con dignidad, atrevernos a crear movimientos porque eso es vivir CREER y CREAR, atrevernos a valorarnos nosotros más dejando de lado los juicios ajenos, atrevernos a arriesgarnos a que se escuche nuestra palabra cuando está dicha con el corazón, atrevernos a tener que vivir la soledad por la incomprensión, la vida me ha demostrado que los malos entendidos el tiempo y la voluntad los desanuda, atrevernos a ser nosotros mismos permitiendo que los demás también lo sean con virtudes y defectos ya que todos los tenemos.... Debemos ser más valientes de atrevernos a VIVIR, porque en sí solo tenemos una oportunidad para hacerlo...
"No es la dificultad la que impide atreverse,
pues de no atreverse viene toda la dificultad"
Arthur Schopenhaue
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"No es valiente aquel que no tiene miedo
sino el que sabe conquistarlo"
Nelson Mandela
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"Dinero perdido, pérdida ligera;
honor perdido, pérdida considerable;
coraje perdido; pérdida irreparable"
Johann W. Goethe
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"La paz y la abundancia engendran cobardes;
la necesidad fue siempre madre de la audacia"
William Shakespeare
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"El peligro de nuestra época
está en que hay escritores que creen,
de buena fe, que defender el amoralismo,
la apatía, la ley de la jungla o
del arte infernal, es signo de valentia"
André Maurois
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Un abrazo
Africa
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