La verdad cada vez que leo esta frase me saca una sonrisa, porque la grandeza que esconde es tan efímera como el propósito que se ha puesto en ello.
Muchos creerán que proponerse "ser" es una gran acción que puede llevarnos a la luminosidad y claridad de pensamiento, cuando en sí es hacia un abismo sin fondo donde el "ser" nos puede mostrar lo falso del propósito. Si digo esto, no es por que no crea en ello, sino simplemente porque el "ser uno mismo" nunca se puede proponer serlo.
Cuando vivimos en la dualidad es posible creer en ello si nos ubicamos en "bueno" o "malo", en "alegre" o "triste", en .... hay tantas emociones y sensaciones que nos pueden llevar a situarnos en un lugar que ello es lo que lo hace difícil de apreciar que estos estados anteriores han sido "ser" si trascurrido el momento lo hemos sabido valorar como tal, pero no somos eso, sino mucho más.
Un mal momento, puede llevarnos a comportarnos de un modo no adecuado, pero eso no implica que seamos malas personas, sino simplemente que no hemos sabido crearnos ese espacio preciso donde el "control emocional" era la base de nuestra emoción.
Todos evolucionamos, nadie que haya transitado una situación alegre podrá volver a situarse en el lugar de antes de haberla transitado, y del mismo modo con "la tristeza", sino más bien, de todo lo vivido algo hemos aprendido. El problema que en muchas ocasiones nos da la sensación de estancamiento es el "etiquetar" esa experiencia.
Pero vamos a ir más allá de donde estamos ahora mismo.
Si vivimos en efecto péndulo donde no controlamos las emociones y por lo tanto las situaciones que estamos transitando, es difícil apreciar que "somos" más que esa emoción o situación, así como el valor y la energía que le estamos otorgando en ocasiones en demasía llevándonos al agotamiento. Pero si simplemente "somos y estamos" en lo que vivimos comprobáremos que no precisamos de propósitos para "ser uno mismo", ya que lo estamos siendo.
Nuestra sociedad de bien pequeños nos enseño que "ser" era vergonzoso en muchas ocasiones, nos enseñaron que "el que dirán" era mucho más importante que el "ser" y que para poder vivir debíamos marcarnos propósitos no para nuestro crecimiento personal sino para ser aceptados en sociedad. Si todos estos mensajes enviados más las creencias familiares, más los secretos familiares, más .... llegamos a comprobar que el "ser" es indecoroso y por lo tanto debe esconderse ya que no "ser" nos llevaría al rechazo.
Si reflexiono más profundamente el último parráfo me planteo si el problema fue que nuestros adultos no supieron enviarnos un mensaje claro sobre lo que debíamos hacer o simplemente fue una continuidad en las creencias familiares.
Creo a nivel personal que no supieron enviarnos el mensaje, no tenían la capacidad ni la información de como transmitirlo, simplemente siguieron con parámetros ya creados por generaciones anteriores que no permitieron que los nuevos nacimientos pudiesen crear esas mutaciones necesarias para que ascendieran un escalón en la evolución humana.
"Ser" es simplemente "estar",
"estar" simplemente es vivir en el "momento"
y el "momento" es el instante que la vida nos regala
en cada milí-segundo, segundo,
minuto, hora, día, mes o año....
En "ser" entran las muertes y renacimientos que surgen espontáneamente donde el sufrimiento no tiene lugar.
"Ser" es vivir la infinitud interior sin miedo a que sucederá con nuestra acción.
"Ser" es estar presente a un cambio y aceptarlo tal cual es.
"Ser" es un universo interior que merece ser explorado, pero sin prisas, sin esfuerzos y sin vergüenza.
Creo en que todos somos nosotros mismos, y que el descubrirlo es tan misterioso como lo puede ser un "agujero negro" en el cosmos ya que cuando uno se sumerge deja de existir.
Un abrazo
Africa
No hay comentarios:
Publicar un comentario