CUENTO DEL ANGEL QUE PERDIO SUS ALAS:2

… En el transcurso de los días posteriores, la jovencita se mantuvo en silencio, quería reflexionar que es lo que debía hacer para volver a su hogar, al verdadero hogar que tanto añoraba pero al mismo tiempo sabía que tenía un compromiso con el universo y que debía cumplirlo. Su misión en esta vida era la llave para poder recuperar las alas.


Durante 3 años estuvo leyendo, informándose y estudiando nuevos proyectos donde la dedicación no fuera la de obtener posesiones sino la de ofrecer algo tan simple como una sonrisa sin que “los que no creían en ella” se enojaran por su acción... le costo mucho poder comprender que todos aquéllos pensamientos que quería hacer realidad eran posibles, pero no la desalentaron a intentarlo, al contrario respiro hondo y se puso manos a la obra.

Durante un tiempo fue dando saltos en los trabajos, intentando buscar el lugar adecuado donde realmente la necesitaran, sus energías solo debían ir dirigidas a quienes las precisaban y ciertamente después del desgaste innecesario que había hecho de ellas no era como para ir derrochándolas en personas a quienes no les iban a ser útiles, así que investigo, hasta encontrar su lugar, posiblemente momentáneo ya que todo en el universo cambia constantemente.. pero bueno... era un buen comienzo.

Se dedico al cuidado de personas a las que ella las bautizó con el nombre de PRINCIPES Y PRINCESAS..., eran seres fascinantes, ella les daba todo el amor que requerían y ellos a cambio le proporcionaban enseñanzas que nadie más sabía.. se creo entre ellos algo mágico..... Ella tuvo que aprender aunque sus enseñanzas fueron más técnicas de trabajo que relacionales.... la afinidad que la unían a los PRINCIPES Y PRINCESAS era un hilo de oro que casi nadie veía y mucho menos poseía y eso le permitió tener un poco de paz en sus momentos de trabajo... mientras tanto la vida la llevo al reino de las mil caras, un lugar donde todo era fantasía, pero que dentro de la fantasía existían REYES, REINAS, ANGELES, BRUJAS, MAGOS, ASTROLOGOS, CAMPESINOS, …. Al principio se asusto de tantos espejos en los que se reflejaba, eras caras desconocidas pero algo invisible los unía. Profundizo un poco más en el reino de los espejos de las mil caras y sin darse cuenta fue descartando caretas falsas, que si por algún motivo hubiese seguido sus pasos la hubiesen vuelto a llevar a la perdición, en cambio como bien pudo comprobar los Ángeles estaban cumpliendo su promesa, le estaban facilitando los medios para poder seguir su misión.

En este mundo tan fantasioso pero al mismo tiempo tan real, pudo llegar a conocer a seres fascinantes, donde la sabiduría que tenían no era reconocida por los propios dueños de ella. Era un sinfín de conocimientos donde ella sentía que su alma bailaba entre las expresiones de complicidad y afecto.

Un día mientras descansaba de su jornada laboral la jovencita reflexiono sobre todo lo que le había sucedido a lo largo de su existencia, había sufrido muchos nacimientos y mucha muertes pero la más importante había sido la última y realmente la que más le había enseñado. Entre todo lo que le venía por la cabeza y que procuraba no mantenerlo el suficiente tiempo surgió un obstáculo EL TIEMPO.

Se enojo con el tiempo, era lo que ella no tenía y anhelaba ya que su tiempo para conseguir recuperar las alas era limitado, necesitaba saber sobre él para comprender como podía conseguir hablar con él y pedirle que le otorgará muchos “click-clack” para poder conseguir cumplir su misión.

El tiempo no se puso en contacto con ella ya que a él le sobraba “tiempo” que a ella le faltaba, por lo tanto su interés en ponerse en contacto con la jovencita no fue escuchado...., pero quien si la escucho fue un espejo de las mil caras llamado Sha Ra un sabio muy sabio … que de lo sabio que era ignoraba de su sabiduría.

Sha Ra le dijo que intentaría averiguar sobre el tiempo y así ella podría obtener una mejor comprensión sobre el paradero del TIEMPO...., la jovencita se puso muy contenta de que uno de los espejos le hubiese escuchado y que dedicase parte de eso llamado tiempo para ayudarla en su misión....

La jovencita que hasta este momento nadie le había puesto un nombre, Sha Ra le dio uno Nefertiti.

Nefertiti contenta con haber encontrado un compañero de camino decidió escribirle un cuento a Sha Ra donde le explicaba “que su compañera de camino era un ángel que había perdido las alas”...

Un abrazo de cuento....

Africa