Los momentos de oscuridad profunda no vienen de forma repentina, son momentos que han ido creándose en un caminar diario, el percibir que están llegando, dependerá de lo mucho o poco que escuchemos a nuestro cuerpo, a nuestros pensamientos, a nuestra actitud de como nos relacionamos con los demás, en resumen, en como nos funcionamos ante un TODO.
Estos momentos futuros de oscuridad a corto plazo, no tienen porque venir de una adversidad, quizás el que lleguen es debido a que nuestros movimientos internos en ocasiones impredecibles precisan de que se genere ese cambio para poder seguir aprendiendo, soltando lo que no vale y acogiendo lo que nos llega.
En esos momentos que en muchas ocasiones parecen tormentosos, es necesario vivirla a la máxima potencia, en ocasiones serán cortos recorridos y en otros pueden llevarnos años de aprendizaje, creando pequeños momentos oscuros hasta finalizar el aprendizaje.
Pero, para poder transitar por ellos, que es preciso hacer? Estar en silencio, quietud y ser capaces de aceptar todo lo que la oscuridad nos proyecte, intentar buscar en nuestro interior las respuestas que nos producen inquietud, vivir y sentir, escuchar y aceptar, ser y estar.
Un abrazo
Africa
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