domingo, 23 de septiembre de 2012

EXPERIENCIAS

Hay experiencias que nos llevarán a crecer de una forma mdianamente pausada, tranquila y con el toque de paz interior que nos ayudará a una mayor comprensión y asimilación de la vivencia adquirida.
 
En otras ocasiones, nos encontraremos que ciertas experiencias nos llevaran a un gran movimiento interior, y no por ello debe haber una agresión externa, sino que una simple lectura, una simple mirada fortuita, una simple expresión pueden producirnos una apertura a un dolor pasado que hasta entonces era inconsciente y por lo tanto nosotros no sabíamos de su existencia, quizás porque en su momento decidimos olvidarlo o quizás porque ni siquiera lo registramos como dolorosa aunque lo fue, obviamente.
 
Y llegado a este punto, me paro y me planteo ¿y en estos casos que debemos hacer?
 
Tenemos dos caminos a tomar, uno es escondernos y hacer ver que no nos está pasando nada a la espera de que vuelva a caer en el olvido, la otra es tener la valentía de darle una solución, pero para ello debemos tener la capacidad de no tener miedo en averiguar el motivo de dicha emoción e impregnarnos de ese sentimiento que estamos vivenciando. La curiosidad en estos casos será una buena herramienta para no caer en "el miedo de ..."  y es un buen modo de abrir "la caja de Pandora" y ver que hay dentro. Personalmente, en muchos pasos en mi caminar he tenido que pararme y revisar "el altillo oscuro" que tengo y del que pesa en exceso cuando el tiempo hizo que no me acercase a él, y por su amplitud creo que al menos debo tener varios pisos oscuros ya que cuando me adentro me cuesta encontrar la luz del final de uno de ellos, pero acabo tan exhausta que prefiero salir y coger aire hasta que en otra ocasión me reclame de nuevo el altillo, el me indicará hacia donde debo dirigirme.
 
El hacer este recorrido interior es necesario ya que muchas puertas las cerramos por no querer seguir viendo lo que había, era demasiado doloroso, no podíamos resistirlo y precisamos cerrar y con llave, pero la vida es mágica y en ocasiones abre con la llave de la experiencia algo que posiblemente enterramos en la oscuridad para no volver a vivirlo.
 
Llevo días en que veo una puerta medio abrirse y se que no podré cerrarla de un portazo porque no existe llave para tal portazo al menos que sea la resolución del asunto. Lo cierto, es que ha sido inesperado para mi este sentir que tengo y que debo darle forma al qué me lo produce ya que quien lo hace lo se y en cierto modo lo identificó con una experiencia de un pasado muy lejano.
 
Las vivencias se repiten pero con mayor intensidad, con mayor agresividad, con mayor agudeza y con mayores obstáculos y debemos aceptarlos ya que el huir no nos llevará más que a otra nueva experiencia con ......, es así. Lo mejor es plantearse el vivirlo de nuevo, pero de una forma más enriquecedora de lo que fue en un pasado, teniendo claro que el dolor estará presente hasta su disolución.
 
Me embarco en una nueva experiencia, espero tener todo el kit preciso para llegar a su fin.
 
Kit = coraje y fe en que todo debe seguir adelante sin retrocesos posibles (aunque si miro atrás no veo camino de retorno alguno) y un punto de tristeza (debo bajar el nivel que ahora poseo) que será el ingrediente indispensable para poder crear esa necesidad para darle fin a esta emoción con la resolución.
 
Así que me pongo las botas de montaña, una linterna en la mochila para los momentos de gran oscuridad y una mochila pequeña para que todo lo que sobre en esta aventura dejarlo en el camino y así poder viajar en cada paso que dé más ligera hasta el final.
 
El camino es arduo y largo, pedregoso y con espinas, pero no imposible de transitarlo, solo uno debe estar atento de lo que vive para poder saber por donde transitar aunque no nos guste.
 
Un abrazo y hasta otro rato si la vida nos lo permite.
 
Africa

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