miércoles, 23 de enero de 2013

DÍA DE FRÍO

Hoy es un día de mucho frío, son de aquellos en que si lo comparamos con los de lluvia, son los idóneos para mirar tras la ventana lo que sucede en el exterior.

Bajo el calor del hogar, todo se ve con muchísima más tranquilidad, aunque no se perciba el viento, la helor de la noche, o las gotas heladas de un día de lluvia. Pero también es bueno, el resguardarse de las inclemencias externas.

Cuando me encuentro en este estado, me dejo fluir por los pensamientos, donde todos tienen cavidad y en ciertos momentos de modo mágico se crea una conexión con alguna historia contada, vivida y experimentada.

Una de la conexiones que aparece en este caso es "la helor que hace fuera de mi casa" y a la que hoy me resisto a vivir, simplemente, porque tanto frío puede hacer que me resfríe y es algo que puedo evitar. Cuando llueve, me encanta caminar bajo ella, sin protección alguna y cuanto más empapada me encuentro más liberada me siento, es un modo de conectar con algo tan necesario como es el disfrutar de decidir si conectarse o no con el PRESENTE como algo natural, como algo que debe ser así porque la vida es movimiento y como tal es imprevisible en cambio lo único que se hace es lamentarse por ser un día de lluvia, y esa vivencia me hace comprender que la mayoría de la humanidad se esconda bajo un paraguas ya que no acepta lo que está sucediendo, y cuando esto observo, siempre me viene a la mente, "no saben lo que se pierden".

Hoy las inclemencias me hacen viajar y viajar de un lado a otro, un camino que creo todos transitamos más conscientes o menos pero que pueden ofrecernos mucho o poco, todo dependerá con los ojos con los que lo miremos. El helor humano, esa protección que anteponemos de modo irreflexivo en la mayoría de ocasiones nos llevan a las inclemencias, congelaciones, pérdida de partes nuestras necesarias para poder seguir caminando, NUESTROS PIES, por ejemplo, NUESTRO CALZADO, por ejemplo, por haberlo usado en otro ciclo al que no le pertenecía. El protegernos en exceso, nos lleva a inclemencias que en la mayoría de ocasiones no es comprendida por muchos, pero que tienen un sentido de ser, siempre que haya un motivo aparente donde con quien se conecta tenga claridad del asunto para poder empatizar con ello.

Yo recuerdo muchas inclemencias pasadas, pero no me quedo en ellas porque ya pasaron, ya fueron vividas, aprendí de ellas y espero seguir encontrándome con algunas que me produzcan cambios en mi modo de ver la vida, aunque hoy prefiero estar bajo el calor de mi hogar, lo preciso porque tengo frío.

Habrá quien pensará que el frío que estoy viviendo me lo busque por ir por caminos donde no era recomendable transitar, pero eso es vida, el buscar la claridad, aun teniendo que transitar inclemencias precisas para poder llegar a un lugar menos frío.

Yo solo le pido a la vida que me proporcione más inclemencias, para poder ir transitando por estos bellos caminos llamados experiencias y que aunque hayan piedras, montañas altísimas que escalar siempre tenga una prenda de abrigo para los momentos fríos, o las herramientas necesarias para poder ascender por las altisimas montañas. Las enseñanzas pasadas me mostraron en muchas ocasiones lo que debía llevar en mi mochila personal, y en las que no fue así, el camino fue más arduo, agotador pero siempre enriquecedor porque me dio la esperanza de que el mundo es una danza, que si sabes los pasos del baile es simple transitarla.

Es por ello, que después de un viaje alucinante y enriquecedor donde me llevo a la resolución me ha mostrado que todo tiene un momento y que si las esperanzas no se pierden siempre se encuentra esa luz necesaria para poder transitar hacia un nuevo desperta. Hoy, me cobijo bajo mi mantita personal, a la espera de que la vida pique a mi puerta para poder vivir con intensidad un camino desconocido, ¿hacia donde? no lo se, porque hoy estoy mirando tras la ventana, ya que el helor del día, puede hacerme resfriar, pero espero que cuando el temporal mejore pueda encontrar de nuevo compañeros de camino, que sean mis maestros al pasar por lugares de oscuridad, pero siempre mostrando la claridad de con quien transito.

Un abrazo

Africa

No hay comentarios:

Publicar un comentario