jueves, 21 de febrero de 2013

LOS LIMITES DEL AMOR


¿Debe el amor para ser bueno y sano tener límites?
Entenderemos que sí, que debe tenerlos. Pues nos va la vida en ello, literalmente hablando.

¿Cuántas personas enferman e incluso mueren de amor?
¿Cuántas enfermedades tienen un origen psicosomático a causa de una disfunción emocional resultado de un desengaño, de una mentira, de un maltrato permanente, de una manipulación, de no querer ver la situación  que les rodea? Muchas, demasiada, tal vez. Por ello, el límite y el remedio a los malos amores está sólo en la conciencia, en el equilibrio emocional para el que, en general, no hemos sido educados.


EL EQUILIBRIO EMOCIONAL

Implica capacidad de cuestionamiento interno y de diálogo permanente con nuestra pareja. No desde la inquisición, si desde la dignidad, la apertura, la pregunta amable, la ternura, y el deseo del bien común.

LA CONFRONTACIÓN

Sin embargo, a veces permite quitar disfraces a realidades incómodas en las que, sin darnos cuenta y para evitar darnos cuenta y evitar el dolor, nos acabamos camuflando y perdiendo.

EL AMOR MADURO

El amor maduro y consciente probablemente combina el amor propio con el amor al otro. Amarte a ti no implica anularme o destruirme a mí. Mi amor por ti no justifica mi abandono ni mi sacrificio existencial por mucho que el entorno o la historia haya repetido hasta la saciedad que así debe ser. Por ello, no puede haber el tan necesario equilibrio emocional sin amor propio, sin respeto a uno mismo.

AMAR ES CONSTRUIR

Construir una realidad conjunta basada en la responsabilidad, el respeto, el proyecto y la visión de futuro compartidos, y también en la ilusión, la esperanza y los anhelos que hemos ido trenzando.

AMAR NO ES SOPORTARLO TODO

No es soportarlo todo al precio de sacrificio de la propia vida. Un amor que exija en contra prestación el propio sacrificio emocional e incluso existencial no es amor, sino esclavitud disfrazada de exigencia romántica, conflicto instalado de manera permanente y asumido como el escenario de lo cotidiano. Todos ellos contextos que pueden favorecer la depresión o el abandono existencial a largo plazo.

CuerpoMente

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