viernes, 3 de mayo de 2013

FALSEDAD - TRASTORNO HISTRIÓNICO DE LA PERSONALIDAD

Cada día más apreció a mi alrededor algo tan maligno como la falsedad.

Una mentira es una declaración realizada por alguien que cree o sospecha que es falsa o parcial, esperando que los oyentes le crean, ocultando siempre la realidad en forma parcial o total. Una cierta oración puede ser una mentira si el interlocutor piensa que es falsa o que oculta parcialmente la verdad. En función de la definición, una mentira puede ser una falsedad genuina o una verdad selectiva, exagerar una verdad o incluso la verdad, si la intención es engañar o causar una acción en contra de los intereses del oyente. Las ficciones, aunque falsas, no se consideran mentiras. Mentir es decir una mentira. A las personas que dicen una mentira, especialmente a aquellas que las dicen frecuentemente, se las califica de mentirosas. Mentir implica un engaño intencionado, consciente, y estudios demuestran que el ser humano tarda más mintiendo que diciendo la verdad.

Se diferencia de la mentira en que el emisor de la paparrucha da una versión tergiversada de sí mismo, mientras que la mentira tergiversa la realidad y también su estado de ánimo.

“ (…) su intención principal es dar al oyente una falsa impresión de lo que pasa por la mente del hablante.”

“(…) la creación de esa impresión es su principal objetivo y lo que le da sentido”

“El orador intenta que sus palabras transmitan una determinada impresión de sí mismo. (…) Lo que importa es lo que el público piense de él.”

Pese a que las mentiras estén mal vistas, se ve como algo normal considerar que hay mentiras peores que otras.

Tiene como sinónimos: embuste, bola, coba o falacia.

Tipos de mentiras

San Agustín distingue ocho tipos de mentiras: las mentiras en la enseñanza religiosa; las mentiras que hacen daño y no ayudan a nadie; las que hacen daño y sí ayudan a alguien; las mentiras que surgen por el mero placer de mentir; las mentiras dichas para complacer a los demás en un discurso; las mentiras que no hacen daño y ayudan a alguien; las mentiras que no hacen daño y pueden salvar la vida de alguien, y las mentiras que no hacen daño y protegen la "pureza" de alguien. Por otra parte, San Agustín aclara que las "mentirijillas" no son en realidad mentiras.

Tomas de Aquino, por su parte, distingue tres tipos de mentiras: la útil, la humorística y la maliciosa. Según Tomas de Aquino, los tres tipos de mentira son pecado. Las mentiras útiles y humorísticas son pecados veniales, mientras que la mentira maliciosa es pecado mortal.

El tipo más grave de mentira es la calumnia, ya que con esto se imputa siempre a algún inocente una falta no cometida en provecho malicioso.

Las personas con trastorno de personalidad histriónica suelen expresar sus emociones de manera exagerada. Suelen ser vanidosas y egocéntricas, y se sienten incómodas cuando no son el centro de atención. A menudo son seductoras en apariencia y comportamiento, ya que les preocupa mucho no serlo. Buscan continuamente a alguien que les tranquilicen, que aprueben lo que hacen, y pueden enfadarse cuando alguien no les atiende o le halagan. Suelen ser impulsivos y poco tolerantes a la frustración.

Su estilo cognitivo es extremista, tienden a ver todo en términos de blanco o negro. Su discurso a menudo carece de detalles y es exagerado.

La mayor tasa de personas que sufren este trastorno son mujeres, lo cual hace pensar que la naturaleza de este trastorno y algunas características que lo definen son estereotipos de la mujer de la sociedad occidental.

Causas

Hay poca investigación sobre las causas y tratamiento de este trastorno. Los antiguos filósofos como Hipócrates pensaban que la mayor parte de las enfermedades inexplicables que sufren las mujeres se debe al útero (histeria) que "erraba por el cuerpo".

Existen hipótesis que relacionan este trastorno directamente con el trastorno de personalidad antisocial, ya que las características de personalidad coinciden mucho. En un estudio se vio que alrededor de 2/3 de la gente diagnosticada con trastorno histriónico cumple también criterios de trastorno antisocial. Por lo que se piensa que ambos trastornos tienen un origen común, y su manifestación depende del sexo (en hombre derivaría en un trastorno antisocial y en mujeres en un trastorno histriónico). Esto concordaba con la idea de que el trastorno se caracterice por una expresión exagerada de los estereotipos del sexo, en el caso de los hombres con violencia, y en el caso de las mujeres con dependencia.

Características

Según criterios DSM IV, las características principales son:

Quieren ser el centro de atención.

Tienen un comportamiento sexual, seductor, provocador.

Su comprensión emocional es superficial y rápidamente cambiante.

Su aspecto físico busca llamar la atención, aunque cuando muchas personas lo miran no se siente bien.

La forma de hablar es subjetiva, sin matices.

Auto-dramatización, teatralidad, exagerada expresión emocional.

Son sugestionables.

Consideran sus relaciones más íntimas de lo que realmente son.

Texto extraído de la web

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