Cuando visioné este documental lo cierto es que me llevó a reflexionar sobre situaciones que había vivido en algunos centros donde los usuarios eran tratados acorde a los protocolos rígidos que se nos imponen a los cuidadores. Lo cierto, es que es preciso concienciarnos que todos estos protocolos son inhumanos en la mayoría de los casos. Los usuarios de estos centros ante todo son personas y deben tratarse como tal, ante todo tienen una vida tras ellas y una historia personal que debe respetarse y ante todo tienen una identidad por la que se les debe nombrar. No todo vale, no todo sirve y no todo debe ser usado inadecuadamente.
Este documental expresa el modo en que debería ser cuidada una persona, sin siquiera debieran expresarlo, pero como todo, para que se haga uso siempre debe ser nombrado.
Brindo por documentales como estos, es lo que para mí hacen conciencia cuando dejo de haberla.
Un abrazo
Africa
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