sábado, 13 de junio de 2015

VACACIONES EXPRESS

- Necesitáis todos unas vacaciones - dijo el hombre del maletín ante la sorpresa del recepcionista - Tú también.

Nadie sabía quién era aquel personaje que acababa de entrar en la agencia de transportes internacionales. Los diez empleados de la plantilla empezaron a murmurar entre ellos.

- Nos van a despedir - dio el más veterano - Ese tipo es un ejecutivo como George Clooney en Up in the Air. Lo de vacaciones es un eufemismo.

- La verdad es que nuestra facturación ha bajado más de un treinta por ciento este año - apuntó preocupada, la jefa de operaciones - Pero nadie me ha avisado de que vendría un ...

- Un liquidador - completó el recepcionista  - Nos va a echar para traer gente que cobre menos y haga más horas que un reloj.

- ¿Quién ha hablado de horas? - dijo súbitamente el recién llegado - Ya que ha salido el tema, me gustaría que me dijerais cuántas horas pasáis en esta oficina.

- De diez a doce horas - intervino la jefa de operaciones -- Aunque nuestra facturación ha bajado, somos menos y vamos con la lengua fuera.

- No es divertido eso de ir con la lengua fuera. Vamos a arreglarlo.

El recepcionista habló en nombre de todos:

- Le ruego que hable claro. Tenemos trabajo y ningún tiempo que perder. ¿Quién es usted?

- Disculpe, no me he presentado. Soy especialista en vacaciones express. Es un nuevo concepto y por las ojeras que veo, creo que las necesitáis.

- ¿Vacaciones express? - repitió el oficinista veterano - No sé qué diablos es eso, pero falta una eternidad para el verano. Si nos disculpa...

- Un momento, no me estoy refiriendo a las vacaciones de sol y playa, sino a las que tomaréis aquí mismo para rendir más. ¿O pensáis que estar aquí doce horas significa rendir?

Nadie supo qué contestar.

- Usted, por ejemplo - interpeló al oficinista ¿cómo organiza su trabajo y sus pausas?

- ¿Pausas? - respondió irritado - Aquí no hay pausas. Él teléfono suena continuamente y cuando se calla un rato, hay correos electrónicos que contestar y albaranes pendientes. ¡Es agotador!

- Tan agotador que a, a medida que avanza el día, van menguando las fuerzas y la capacidad de atención - apuntó el especialista.  El trabajo se ralentiza y aun así, se producen fallos.

El oficinista asintió desconcertado, sin acabar de entender dónde quería ir a parar aquel hombre. - Por eso estoy aquí - dijo de repente - para enseñaros a rendir y descansar, de modo que podáis salir a vuestra hora.

- ¿ Y eso cómo se hace? - preguntó, escéptica la jefa de operaciones.

- Aprendiendo a hacer mini-descansos para recuperar la energía y el poder de concentración. Así, con menos tiempo vas a conseguir mucho más. Lo que os voy a enseñar sirve tanto para vuestro trabajo en la oficina como para las tareas que realizáis en casa.

Cada vez que sientas que tu mente se dispersa, vuelve al presente. Olvídate del trabajo. Siente tus pies sobre el suelo, toca tu cara, toma consciencia de tu respiración y atiende tus necesidades. Quizá tomes consciencia de que necesitas ir al baño o beber agua. Pero también puedes aprovechar esa pausa para consultar el móvil, servirte un té, mirar al cielo o hacer ejercicios de respiración.

Haz estas micro prácticas de atención plena cada hora, cada media hora, cada vez que lo necesites. - No creo que la jefa esté de acuerdo en que paremos cada media hora - repuso un empleado.

- Estará encantada si ve que el rendimiento aumenta - dijo mirándola - De hecho, sin darnos cuenta, estáis parando prácticamente cada minuto y eso resulta agotador. ¿Cuántas veces consultáis los mensajes del móvil o los correos personales? Aunque le dediquéis solo un instante, para volver luego a la tarea es necesario un gran esfuerzo extra. on estas desconexiones y reconexiones las que nos acaban agotando. Hacen que trabajemos más lentos y seamos más torpes  a causa de la distracción.

- Entonces, se trata de hacer algunas pausas de manera más clara cuando las necesitemos para ganar en efectividad - recapituló la jefa de operaciones, que tampoco era inmune a las interrupciones constantes.

- Si, para ganar energía mental. A lo largo de la jornada, si hacéis varias pausas conscientes para escuchar vuestro cuerpo, atender vuestras necesidades o, simplemente, respirar lenta y profundamente, volveréis a vuestras tareas con más optimismo y concentración.

Antes de marcharse, el experto concluyo: 

- Ya lo dijo Ovidio, hace más de dos mil años: 

"Tomate un respiro, 
el campo que ha reposado 
da una cosecha más abundante".


Autor: Francesc Miralles 
(Escritor y Periodista)
Publicación compartida de "Mente Sana"


MENSAJES DEL CUENTO:

"Durante todo el día, realiza pausas conscientes para escuchar tu cuerpo"

"Respira profundamente, con los ojos cerrados, estira los músculos, conecta con tus necesidades"

"Estos momentos de descanso te ayudarán a ver tus tareas con más energía, mayor claridad y capacidad de concentración"

Un abrazo

Africa

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