Hoy es un día de lluvia de los que me gustan a mi ya no hay necesidad de salir de casa porque las gestiones a realizar se pueden postponer.
Aprovecharé el día de lluvia para hacer algo que me encanta hacer, reflexionar sobre los acontecimientos vividos últimamente y procuraré no ser juiciosa en los actos o acciones, tanto mias como del prójimo.
En estos últimos días he vivido infinidad de emociones, buenas, menos buenas, amorosas, desalentadoras y como persona pasional que soy las he vivido al límite. Cuando uno vive al límite se agota, la desesperanza hace mella, nuestra alma queda marcada por una huella invisible que cuesta de borrar.
Si me dejo llevar por el sonido de la lluvia, siento como mi alma se calma, puedo llegar a mantener ese espacio necesario para asimilar, comprender, aceptar y perdonar.
Hoy es un gran día ya que he podido disfrutar de algo tan simple como el tinteneo de las gotas al caer... doy gracias por ello.
Un abrazo
Africa
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