jueves, 11 de octubre de 2012

PLANTEAMIENTOS

Nacemos, transitamos y nos tranformamos, en síntesis, eso es lo que es la vida.

Al nacer, nos educan para que podamos vivir en sociedad acorde a las creencias del entorno, a la cultura existente en ese momento, a ciertos valores arraigados en la familia y ...

En el tránsito, los ciclos que vivimos nos llevaran a crear nuestra propia persona, donde las afinidades en las relaciones serán más cercanas o con mayor distancia acorde a las experiencias vividas, donde los conocimientos dependerán del nivel cultural, de las inquietudes, de la economía que pueda permitir dar o no un mayor apoyo académico, donde también el carácter nos llevará a estar más abierto o menos a lo que la sociedad nos ofrece y....

Al transformarnos ahí quedará todo, solo lo que realmente hayamos experimentado, solo lo que hayamos vivido y hayamos aportado es lo que nos concederá una transformación más armoniosa o menos en el momento de la transformación, pero eso no se sabe nunca, hasta que llega el momento.

Después de lo expuesto, me planteo ciertas preguntas.

Si al nacer, teniendo claro la dificultad que ello nos pudo suponer y que sin embargo hicimos ya que era cuestión de vivir porque eso era lo que pertocaba en ese momento, ¿porqué durante el tránsito, que es algo tan divino como la propia vida y es algo que debemos hacer siempre estamos intentando saber más de lo que es en sí nuestra propia existencia? ¿porqué tanto interés en querer ser mejores cuando lo cierto es que somos como somos y lo único que precisamos es aceptarlo? ¿porqué queremos saber quienes somos si en sí ya lo sabemos? Todas estas preguntas y muchas otras me llevan a ver lo complejos que somos, lo inconformistas e inadaptados. Somos seres que no podemos vivir acorde a que y para que, sino siempre queremos ser más, siempre queremos ascender hacia lugares donde solo tiene vida en nuestra mente y que en cierto modo lo único que nos produce son paranoias existenciales, irracionalidad, intolerancia y todo lo que nos lleve a no sentirnos en paz.
 
Ser, sentir, inhalar y exhalar, sonreír y llorar, saltar, enfadarse, cantar, nutrirse, vivir, morir, en si aprender de todas estas experiencias es lo que hace a nuestra persona ni más ni menos.

Jueces de nuestros propios juicios nos llevan a abismos donde no hay salida, al menos que dejemos de provocarnos daño a nosotros mismos con nuestras propias críticas.
 
El plantearnos preguntas crean movimientos que son necesarios para nuestro avance en la vida, metas que en algunas ocasiones serán satisfechas y en otras no, solo dependerán de la paz interior que sintamos en ese momento, cuanto más calmado está uno mayor conocimiento tenemos de todo y solo por el mero hecho de no ser jueces, de no ser excesivos en las expectativas, en no ser solitarios por no aceptar, en no ser egocéntricos por mantenernos a salvo de esta sociedad tan diversa.
 
Es complicado el vivir y mucho más cuando uno funciona en ciertos momentos bajo patrones que no sirven para crecer, bueno si que sirven, ya que son excesivamente rígidos donde no haya cavidad a nuevas formas y modos de actuación.
 
En si, después de haber escrito todo esto, seguiré reflexionando el porqué de muchos comportamientos que mantenemos activos si sabemos que nos dañan más que nos benefician, seguiré planteándome el porqué las relaciones son tan dañinas en ocasiones sin dar cavidad a un conocimiento más amplio de con quien interactuamos, no solo por nuestra parte sino también por parte del otro, me seguiré planteando el porqué nos cuesta tanto aceptarnos a sabiendas de que somos como debemos ser sin más y me seguiré planteando el porqué la humanidad es tan complicada cuando en sí, si observamos en el entorno, es armonioso y vive acorde a su propia naturaleza "su esencia viva".
 
El Universo infinito que poseemos en nuestro interior no podrá ser descubierto mientras nos juzguemos, mientras nos protejamos y nos escondamos de la propia vida y de todo y todos los que nos rodean.
 
El Universo infinito que hay en el exterior jamás lo podremos descubrir mientras juzguemos con quien interactuamos, mientras nos protejamos de lo que debemos vivir en él y mientras no aceptemos que las situaciones que experimentamos debemos vivirlas acorde al momento en que se nos presentan sin resistirnos, simplemente transitar por ellas aunque no nos gusten, aunque no estemos de acuerdo.

Cicerón:


"El hombre no tiene enemigo
peor que él mismo"
 
* * *
 
"Hay enfermedades del alma
más perniciosas que las del cuerpo"
 
* * *
 
"El que enseña el camino al que va errado,
luz en su luz le enciende
y a él le alumbra habiéndola comunicado"
 
* * *

Un abrazo

Africa

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