sábado, 26 de enero de 2013

PEONES

La vida es una partida de ajedrez, pero lo que tengo claro es que los rangos del estatus dependerán de la evolución.
 
Empezamos siendo peones con la finalidad de ser reyes y acorde a nuestras estrategias en muchas ocasiones inconscientes nos llevaran más cerca de los reyes o seguiremos siendo peones, eso nunca se sabe ya que de todo depende no tu sutileza en como juegas, sino en la interpretación del resto de jugadores, en ocasiones la vida nos lleva por lugares donde las jugadas quedan en tablas y aún con la inquietud de hacer buenas partidas no siempre se consigue encontrar buenos contrincantes.
 
El ganar o el perder es lo de menos ya que la esencia o enseñanza está en el tablero, en cada movimiento y en cada pensamiento a ´la jugada le ofrecemos.
 
El derrotar al adversario, no es otra cosa que mejorar como persona, ni más ni menos, no es nada malo, sino sano, el que surja un jaque mate ya que tras él existe una enseñanza fugaz si ha sido mal jugada y extensa cuando han habido resistencias.
 
El derrotado es un triunfador en sí, porque se lleva el mejor regalo, la transformación de un pensamiento, el crujir de los huesos cuando llegan al suelo y sientes el dolor que esa situación te regalo.
 
El Peón, para mi es la mejor posición, ya que deberá estar atento a toda jugada que suceda en el tablero por la parte contraria y sin pensar, dejando fluir la intuición reaccionará con un movimiento. Los reyes son protegidos y en sus alturas, no se vive la intensidad de la partida, solo se aprecia desde un lugar donde todo lo que se percibe es una pequeña visión de lo que está sucediendo, es como mirar por una mirilla, donde lo que se visiona es parcial, perdiendo gran parte del todo, es por ello que los peones que están en el centro son los que obtendrán mejores lecciones, de conquista de sus propios corazones, recibirán heridas pero que el tiempo cicatrizará y quedaran como reflejo de ciertas partidas perdidas, ganadas pero por seguro reñidas.
 
Un abrazo
 
Africa

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