viernes, 20 de septiembre de 2013

CUANDO NOS DIRIGIMOS ...

Cuando nos dirigimos hacia nuestros semejantes con una cierta frialdad, la interactuación también se transforma en cierta frialdad, y es uno de los motivos que nos lleva a que el enriquecimiento que se podía obtener quede a medio camino.

Cuando nos dirigimos hacia nuestros semejantes con una sonrisa, la interactuación será sonriente y armoniosa, permitiendo que todo fluya acorde al instante transcurrido.

Cuando nos dirigimos con una palabra amable hacia nuestros semejantes, la interactuación es agradable ya que es como si regaláramos un abrazo para el alma con quien se está en ese instante y aparte de una sonrisa, es sana esa sensación vivida.

Nuestras actitudes lo son todo, nuestras palabras mucho más, pero sobre todo lo que realmente es satisfactorio, gratificante y enriquecedor es el paisaje al transitar un encuentro entre almas, donde se reconocen como hermanas y se abrazan.

Aprender a estar consciente en las relaciones es la mejor lección, toda acción y reacción dependerán de nuestras decisiones ...

Un abrazo

Africa

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