SUICIDIO...

Esta publicación llevo días dándole vueltas de como crearla ya que dependiendo de como se transmita puede crear más confusión que claridad.

El tema que quiero abordar es un punto de vista sobre "EL SUICIDIO", es un pensamiento que desde que un instante me lo regalo no he dejado de tenerlo presente.

La sociedad en que vivimos, enjuicia algunas acciones que podamos realizar y mucho más si el fin último es el de que alguien "quien sea" que es muy preciado por nosotros acaba con algo tan bello como es el transitar por la vida.

Estos juicios desde mi parecer son debidos a la ignorancia de "porque" suceden, y como es algo que incomoda acaban cayendo en el etiquetaje social de "tabú" ya que de fondo está la "muerte" algo que nadie quiere tener presente porque, a donde vamos tras este tránsito es la incertidumbre, lo desconocido, la ida sin retorno hacia "a saber...".

Dicho esto, y teniendo en cuenta que no me gustan las etiquetas, me voy a embarcar en un "tabú" para poder apreciar la dimensión que tanto se teme como es la "muerte" y "el suicidio".

El suicidio no está bien visto, porque se aprecia desde la creencia de que quien lo hace "opta" por ella, porque no hay ninguna salida hacia otra dirección menos agresiva y destructiva.

Ese vacío que deja es lo que hace que los que siguen en el planeta dejen de estarlo en cierta manera, porque caen en ese bucle sin sentido donde "lo normal" dejo de serlo, donde la presencia se transformo en recuerdo y donde lo explicable ya no lo es. Pero si vamos más allá y lo miramos desde otro lado del mismo prisma podríamos apreciar que "el suicidio" es una elección no una opción única. Donde quien decide acabar con la vida es porque ya no quiere seguir adelante. Donde el dejar de estar presente no quiere decir que no esté.

Pararé por un segundo, para leer un par de veces todo lo que he escrito ya que no soy del todo consciente de lo que estoy expresando, surge simplemente....

Igual que cada uno de nosotros fuimos los más fuertes y rápidos para convertirnos en feto, también deberíamos de aceptar que somos los más fuertes y rápidos para convertirnos en vacío. Porque lo importante es el vacío que es lo que da sentido a todo.

Nadie comprende que constantemente estamos transitando entre la vida y la muerte y que es tan bella una como la otra, más bien, es bella simplemente, porque la vida en sí es morir, y el morir es vivir, dos lados de una misma situación, de una misma emoción, de una misma perspectiva. 

Por ejemplo, el suicidio es tomado como "el dejar de estar presente". Vamos más allá y en un día cualquiera planteémonos en cuantas ocasiones "dejamos de estar presentes" por el trabajo, etc... por historias varias que cada uno en su reflexión pueda añadir, y sin embargo no se ve como un suicidio y lo es porque es una elección que hemos accionado aunque de tras fondo expresemos que no hay otro modo de ser porque terceras personas no lo obligaron, ERROR, pensar eso, ya que nadie puede obligar a nadie a hacer algo que no quiera, es así de simple.

Cuantas veces un pensamiento muere para surgir otro mayor, sin embargo no lo apreciamos como tal, y sin embargo, existió la muerte en todo momento.

Cuantas muertes transitamos a lo largo de nuestra existencia? Muchísimas porque nuestra evolución lo precisa y son "suicidios" concedidos en cada elección que tomamos, en cada paso que damos y en cada inhalación y exhalación que respiramos, desde el mismo momento en que vimos por primera vez la luz en el planeta empezamos a suicidarnos a conciencia, porque para tener conciencia debemos transitar el suicidio en todo momento, sin miedo y sin creencias de ningún tipo.

Yo brindo por un cambio de conciencia, ello nos permitirá ver mucha más claridad en todo lo que nos envuelve, en todo lo que nos pertenece, en todo lo que sentimos y vivimos para poder comprender que todo juicio es erróneo, ...

Somos capaces de ser juiciosos pero no somos capaces de ser valientes en querer ver más allá de lo que se nos muestra en sociedad.

Un abrazo

Africa