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Pero también saca un enorme provecho de su situación: la queja incita a la queja y algunas victimas "profesionales" se convierten en maestras en el arte de manipular a los demás reprochándoles su falta de corazón.
La Victima extrema puede ser perseguidora a través de sus recriminaciones y lamentos incesantes. Intenta colocar a su interlocutor en una posición tan agobiante como la suya, para acabar sintiendo que su éxito en ese aspecto no la hace sentirse mejor como por arte de magia.
El mayor inconveniente es que el lamento sempiterno impide encontrar soluciones:
DESEOS PSICOLOGICOS, ser reconocido en relación a sus problemas; no sentirse responsable de lo que le pasa; esperar; anhelar; estar a disgusto consigo mismo y con la vida; contemplar el mundo y la gente desde el ángulo de las dificultades y las calamidades.
SATISFACCIONES NEGATIVAS, sentirse incomprendido, desolado o aislado; lamentarse mientras se exculpa consigo mismo por sus propias penas; constatar que la gente es mala; dejarse atrapar por tanto lloriqueo, aumentando su sufrimiento, que se retroalimenta formando un circuito cerrado.
El sufrimiento llama a un DEPREDADOR (P) o a un SALVADOR. De este modo, la VICTIMA atrae hacía sí a un SALVADOR o a alguien que pretenda serlo. Puede mantener relaciones sadomasoquistas, durante mucho tiempo, con un PERSEGUIDOR. La frustración y el sufrimiento unen, particularmente cuando forman parte del espirítu.
Esperando que lo escrito sirva para concienciarnos de que es ser VICTIMA... aprovecho para enviaros un superbesote grandote... grandote
Africa
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