domingo, 27 de marzo de 2011

PERFIL DEL PERSEGUIDOR

Por norma general el PERSEGUIDOR es el que te lleva a juicio y más precisamente te condena, aunque se crea a sí mismo realista y objetivo. Cree estar en posesión de la verdad absoluta pero la mayor parte del tiempo le ciega la cólera. Se arrebata con discursos sobre la injusticia y su compensación, pero sólo quiere aplicar las leyes que juzga personalmente buenas.

Obliga al otro a rozar la perfección, según su propia definición, naturalmente colocándole en una situación imposible.

Cuando se siente amenazado, el Perseguidor se afana en poner nervioso al prójimo para provocarle malestar. Hace uso del menosprecio, la rivalidad y a menudo echa mano del juego psicológico del juez y abogado (los dos papeles lo tiene él).

Soporta bien los conflictos, incluso los busca deliberadamente sin el menor problema en implicar a los demás. Intenta transformar a su pareja en otro PERSEGUIDOR para  desencadenar la bronca o en VÍCTIMA, para hacerla sufrir. Por el contrario odia que intenten salvarlo, aun cuando por razones de conveniencia táctica pretenda lo contrario.

EL DELINCUENTE, se presenta a menudo como VÍCTIMA para desvalorizar a los demás y abusar de ellos.

EL ABUSADOR, se presenta igualmente como VÍCTIMA; como no da nada a cambio de lo que recibe, desarrolla tempranamente una mala imagen de sí mismo y se vuelve automáticamente hacia su benefactor. Perdonándole sus deudas e impidiendo que se libere, se le debilita y entonces se vuelve más agrio. Acaba creyendo que es a él a quien se le debe algo y pasa, de este modo, a la posición de PERSEGUIDOR.

EL ESTAFADOR, otro tipo de PERSEGUIDOR que se presenta bajo la forma de VÍCTIMA o de SALVADOR. Se cree por encima de la ley, engaña con el secreto placer de ser el más listo. Al principio obtiene éxitos auténticos, luego se pasa la vida evitando las facturas que se le presentan, hasta que acaba por darse de bruces con su enorme saldo negativo y finaliza con la huida, el suicidio o la cárcel.  Sus anhelos psicológicos son: afirmarse a sí mismo cueste lo que cueste; ser reconocido por su entorno gracias a su sensatez o a su inteligencia; tener siempre razón; establecer relaciones de fuerza para poner a prueba a los demás. Sus satisfacciones negativas son desvalorizar a los demás; excluirlos; salirse con la suya a fuerza de presionar; mantener el temor de que alguien se dé cuenta del miedo que siente de que averigüen que, en realidad, es incapaz; miedo a ser dominado por completo sin poder dominar a alguien; doloroso placer de sentirse rechazado a causa de su intransigencia.

A la espera de que sea útil este articulo me despido con....

Un abrazo

Africa

2 comentarios:

  1. Interesante.

    En esta vida hay muchos perseguidores...

    Pero lo que no saben es que son perseguidores perseguidos.

    Un Saludo
    Santi

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  2. Santi,

    Pero porque no saben que existe este tipo de juego psicológico, creo.

    Todos somos perseguidores, todos somos víctimas y todos somos salvadores en algún momento de nuestras vidas.

    Un saludo

    Africa

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