miércoles, 16 de enero de 2013

TENERLO TODO Y NO SABERLO


Cuando estamos tan cautivados por el devenir de la vida, en muchas ocasiones sentimos ese vacío que nos lleva por caminos que son desconocidos, pero que precisamos transitar porque el querer saber, el querer conocer nos incita a ello.
 
Y no deja de ser divertido, el ejercitarnos moviéndonos hacia lugares donde somos peregrinos extranjeros, ya que ello nos crea ciertas incertidumbres y dudas que nos hacen estar atentos a lo que vivimos, sino que sentido tendría el cruzar ese puente tan llamativo llamado RETO.
 
Pero, como siempre, me planteo preguntas ante el misterio humano, y siempre intento ir más allá ara ver que sale de todo lo observado. Y mi planteamiento es el siguiente, en realidad, ¿qué se busca cuando uno se embarca en aventuras que nos llevan por senderos que en muchas ocasiones uno ni se planteo en un principio el seguirlos?
 
En la mayoría de ocasiones es la propia vida la que nos dirige hacia estos senderos, en otras somos nosotros que vamos en busca de nuevas experiencias que nos hagan crecer y en otras es un modo de reivindicar que uno está vivo y precisa el experimentar para evolucionar. Pero todas estas experiencias depende como se vivan nos otorgarán más de una respuesta a parte de la que buscamos pero para ello es preciso reflexionar en cada tramo que conquistamos. ¿y qué pueden ser esas respuestas no buscadas? Pues el de recordarnos que "lo tenemos todo, sin saberlo".
 
Cuando has transitado cierto camino y has podido presenciar la luz que la vida desprende, las maravillas que están escondidas ante un halo de misterio y que no todo el mundo puede visionar ya que transitan por la vida con tanta velocidad que ni algo tan sencillo como sentir el calor del sol en el suelo de una mañana soleada son capaces de apreciarlo, entonces uno comprende lo muy "AFORTUNADO QUE  ERES", por haber cambiado hábitos que te permiten sentir y ser y vivir sabiendo que lo tienes todo pero sin saberlo ya que jamás sabremos en su totalidad todo lo que tenemos porque la sabiduría de la vida va otorgándonos lo que nos pertenece por ley en capa paso firme que damos, teniendo presente que los que no se atreven quedarán estancados sin ver los nuevos horizontes que el propio paisaje tiene dibujados y que son desconocidos por muchos y transitados por otros.
 
Somos afortunados y no somos capaces de reconocerlo en nosotros, de ahí que transitemos por un mundo donde todo el caos creado es una derivación del egoísmo, envidias, abusos de poder, orgullo, ... que tanto odiamos.
 
Si sintiésemos en nosotros el gran poder personal que tenemos escondido, el universo al completo transitaría y fluiría armoniosamente, humildemente, sensatamente, .... ya que no precisaríamos nada más que a nosotros mismos para poder vivir en sociedad. Todos pondríamos nuestra mejor cualidad y el compartirlo, el ser ejemplo, ayudaría a quienes no supieron ver lo grandes que son por tener la mirada bajo las gafas del temor.
 
Un abrazo
 
Africa

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