La mejor forma de prevenir la depresión es desarrollar un estilo de vida que fomente la esperanza. Todos podemos conseguirlo cultivando en nuestro día a día las actitudes adecuadas.
La auténtica felicidad no es un estado perfecto y permanente, sino un balance existencial positivo. Los altibajos, frustraciones, dificultades, sinsabores o errores son inevitables y, en la mejor de las vidas, todo eso asoma en distintas dosis. En nuestra mano está el saber encauzar esos fracasos y verlos como experiencias de las que se pueden extraer enseñanzas.
Bajo esta premisa, y después de muchos años de trabajo clínico y de investigación, me atrevo a ofrecer un decálogo contra la tristeza, una especie de guía, un manual de instrucciones para evitar que laberinto tenebroso de pensamientos negativos que conducen a un túnel de difícil salida.
1. LA FELICIDAD COMO PROYECTO
La felicidad es el objetivo de la existencia humana. La vivencia de la felicidad es siempre perfectible. Se trata de un proceso que exige orden, constancia, voluntad y motivación. Esos cuatro ingredientes son para mí los que habitan en la llamada inteligencia instrumental. Se minimizan los fracasos y se valora cualquier logro, por pequeño que sea. La felicidad absoluta no existe, hay que aspirar a una felicidad razonable.
2. PONLE HUMOR A TU VIDA
El sentido del humor es patrimonio de las personas con buena salud mental. Es un componente clave de la actitud positiva, es la salsa que endereza día a día las adversidades y reveses del destino.
3. CONÓCETE A TI MISMO
Conocerse implica ser consciente de las aptitudes y de las limitaciones. Ambas apuntan hacia la consecución de un mejor equilibrio psicológico. Ser maduro en este sentido es un gran antídoto contra la depresión.
4. CUIDA TU LENGUAJE INTERIOR
Gracias a la psicología cognitiva sabemos que cada uno de nosotros mantiene una especie de monólogo interior privado que acompaña a los pensamientos y las acciones. Es necesario aprender a mandarse a uno mismo mensajes positivos. Por ejemplo, ante situaciones adversas y momentos duros podemos decirnos: "Ánimo, que puedes superar esto si te lo propones..."
5. FORTALECE LA VOLUNTAD
La voluntad es la capacidad para hacer algo valioso, pero que, de entrada, se hace difícil. Es la capacidad para aplazar la recompensa. Si hay una voluntad recia, aparece la lucidez del perdedor, que consiste en volver a empezar y poner de nuevo sobre la mesa los propósitos a alcanzar.
6. SUPERA LAS CRISIS DE LA VIDA
Para superar cualquier crisis que llame a nuestra puerta necesitamos comprendernos a nosotros mismos, tener capacidad para rectificar, perdonarnos y saber que el tiempo cura casi todas las heridas.
7. LA CONCEPCIÓN DEL TIEMPO
Es importante que, en nuestra vida, pasado, presente y futuro formen una ecuación sana, equilibrada y armónica. Una persona madura es aquella que vive instalada en el presente, tiene asumido y superado el pasado, con todo lo que esto significa, y vive abierta hacia el porvenir.
8. APÓYATE EN TU ENTORNO
Todos necesitamos la ayuda y la comprensión de los demás, especialmente de la familia y las amistades. La familia debe ser el recinto privado en donde se aprende a amar y donde mejor comprendido se siente uno. Hay que trabajar para que sea así. Cada uno es como un bumerán: lo que se siembra en nosotros, eso es lo que se recoge. Ese es también el valor de la amistad: donación, confidencia y complementariedad.
9. APRENDE A PEDIR AYUDA
En la vida es esencial saber pedir ayuda cuando se necesita y, en lo emocional, el psiquiatra y el psicólogo suelen ser las personas más preparadas para orientarnos. Hay que tener presente que en las depresiones endógenas la medicación es lo esencial: en la depresiones reactivas, la psicoterapia es la que lleva la voz cantante. Y siempre hay que seguir las pautas diseñadas por el psiquiatra: tomar la medicación prescrita, cumplir las directrices apuntadas, hacer los análisis propuestos, no dejar la medicación por voluntad propia ni automedicarse.
10. BUSCA EL SENTIDO DE TU VIDA
He dejado para el final el punto más importante de todos, el sentido de la vida. Es necesario descubrir qué es la vida, en qué consiste, para qué vivimos. Y sentido quiere decir tres cosas: DIRECCIÓN, CONTENIDO y ESTRUCTURA.
* La DIRECCIÓN, es vilumbrar hacia donde vamos, de donde venimos, lo cual nos permitirá tanto sacarle el máximo partido a cada jornada como descubrir una visión larga en lo que hacemos.
* El CONTENIDO, se quiere decir cuidar de la calidad del amor, del trabajo, de la cultura, de la amistad, ... los platos fuertes del banquete de la vida.
* La ESTRUCTURA, es la que nos pide que exista dentro de nosotros el menor número de contradicciones que busquemos la coherencia de la vida, en fin, que entre teoría y práctica haya una relación lo más equilibrada posible.
Dr Enrique Rojas
Catedrático de Psiquiatría y
Psicología Médica.
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